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Mostrando entradas de noviembre, 2014

Como mujer que espera (o no) a su marido que vuelva de la guerra

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Cuando ocurrió la segunda guerra mundial, muchas mujeres fueron separadas de sus maridos. Y desde aquél día, su corazón vivía como fuera de sí. Cualquier carta, cualquier información que pudieran escuchar, cualquier detalle de la guerra y del mundo que les llegara las referían a su marido. ¿Cuándo llegará? ¿Estará con vida aun? Así la espera se hacía larguísima y contaban los días para que ocurriese.  Pero puede ocurrir que se trate de una mujer como que Landrisina describe como "rápida, pero no atleta". En este caso, la espera, no será vista como algo malo, sino como una oportunidad para hacer lo que ama. Que a juzgar por los hechos, su marido no es. Una mujer así, verá la venida de su marido como algo temible, inconveniente, que querrá aplazar lo más posible.   Con una imagen similar explica san Agustín, la espera que los cristianos tenemos de la venida de Jesús. Todos esperamos lo mismo. Solo que unos con miedo y otros con alegría, unos queriedo aplazar

Las obras y el pecado que lleva al infierno. (Mmmn, no, no. Eso que estás pensando no es).

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A veces por no hablar de ciertas cosas se termina aceptando una visión errada del asunto que es mucho peor y que, "como de eso no se habla", termina nunca siendo aclarada. Así pasa con los pecados. En el Evangelio de hoy, Jesús juzga a los hombres según lo que han hecho con sus "hermanos más pequeños". Unos son premiados y otros son condenados. Ambos por algo que no sabían.  En la primera parte, Jesús premia a quienes han hecho el bien. No los bienes espectaculares que en el capítulo 7,22  le traen los que dicen conocerlo: profetizar, hacer milagros en su Nombre, expulsar demonios, etc. sino otros más pequeños y normales: dar de comer y de visitar a un enfermo, , alojar a un peregrino (deber de honor para un oriental antiguo), visitar un enfermo, visitar un enfermo.  Lo llamativo del caso es que cuando Jesús les dice todo lo que hicieron, ellos se sorprenden. " Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber?