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Mostrando entradas de enero, 2015

El Señor de los Anillos y el Dragón

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Tolkien era católico. La semejanza no es casual.  Hoy no pude dedicarme a escribir. Pero leí esto en el oficio de lectura. Es un texto de san Máximo el Confesor, un gran teólogo santo del siglo VI. Me pareció interesante citarlo porque es una buena muestra de la conciencia que tenían los antiguos de la grandeza y trascendencia de las cosas, en especial del misterio cristiano. Para ellos, la historia de Cristo era una historia épica, paragonable al Señor de los Anillos o Harry Potter, en la que aparece el héroe luchando en mínoría contra el mismismo Dragón lo vence dándole de su propia medicina por el mismo camino por el cual había vencido: Dios se hace perfecto hombre, sin que le falte nada de lo que pertenece a la naturaleza humana, excepción hecha del pecado (el cual, por lo demás, no es inherente a la naturaleza humana); de este modo ofrece a la voracidad insaciable del dragón infernal el señuelo de su carne, excitando su avidez; cebo que, al morderlo, se había de convertir p

La más fascinante y peligrosa de las aventuras: Amar

(viene de la publicación anterior sobre la familia ) Como decía san Juan Pablo II, Dios confía el hombre al hombre. De manera análoga a lo que ha hecho con su Hijo, su tesoro más preciado, al cual confió a dos personas, así lo hace con cada uno de sus pequeños hijos humanos a los que une a través de una fuerza que actúa sobre su corazón. Esta fuerza unitiva es el amor. El amor es la cosa más grande que pueda pasar en nuestra vida, a la cual enriquece y abre a horizontes insospechados que de ningún modo podríamos haber intuido antes o provocado nosotros por nuestras fuerzas. La experiencia del amor, es así, la experiencia de un don, que no podríamos habernos dado a nosotros mismos. Cuando comenzamos a amar a alguien, un mundo nuevo se nos abre que nos revela la grandeza y belleza de la vida. Todo cobra un color distinto, las flores son más brillantes, los días soleados son más alegres y los nublados… nos permiten estudiar mejor. El mundo que, hasta ese momento nos parecía fijo y es